El tatuador francés JC Sheitan Tenet, uno de los
más reconocidos del mundo, utiliza una prótesis en su antebrazo derecho dado
que lo perdió cuando tenía 10 años. Prefiere no recordar cómo sucedió pero,
lejos de lamentarse a la hora de ejercer su pasión, el joven dijo que esta
condición le dio "una perspectiva diferente de los tatuajes".
"Por suerte perdí el brazo cuando era
chico, lo cual me permitió adaptarme rápidamente. Mi familia me acompañó y
aprendí sin problemas a usar mi mano izquierda para dibujar y escribir",
cuenta Sheitan, de 33 años.
Si bien el dibujo lo acompañó desde los tres
años, la vocación por tatuar surgió alrededor de los 20 años. "Estaba en
una casa de tatuajes con un amigo que era tatuador y le pregunté si podía
prepararme una máquina de tatuar porque quería probarla en mi pierna. En ese
mismo momento me di cuenta de que ese iba a ser mi nuevo trabajo, mi nueva
pasión. Quería estar del otro lado de las agujas, haciendo", recuerda
Sheitan.
Desde entonces, trabajó en ocho diferentes
tiendas al rededor de Francia, tatuando con su mano izquierda. Pero hace unos
años, junto a Jean-Louis Gonzal, un amigo escultor e ingeniero, comenzaron a
pensar una prótesis para que pueda utilizar el brazo derecho. "Él la creó
para mí. Cuando me la dio le pregunté: ¿funciona? ,y él me respondió: sí, eso
creo. Entonces la probamos y ¡sí, funcionaba!", comenta entre risas
Sheitan Tenet.
La prótesis le permite trabajar con colores y
diversos diseños estilísticos, además de realizar rotaciones de 360 grados.
"Es muy loco para mi volver a trabajar con mi "mano" derecha y
darme cuenta que sigo siendo muy hábil, como si nunca la hubiese perdido",
asegura el tatuador quien recientemente abrió con un colega su propio local de
tatuajes, Bad Grass Tatto Gallery, en su ciudad natal de Lyon.
A través de las redes sociales, consiguió
popularidad mundial, lo que lo hace estar viajando constantemente por todo el
mundo. "Si bien hay diferencias en los gustos y preferencias de las
personas en las diferentes partes del mundo, la gente viene a mí pidiéndome mi
propio estilo. Me dicen, quiero un tatuaje tuyo, así que hacé lo que
quieras'", afirma JC.
JC planea seguir
viajando por el mundo, mostrando su arte, pero también dedicandole tiempo a su
familia. "No creo ser el mejor tatuador, pero creo que mi historia sirve
para inspirar a las personas que tienen alguna discapacidad. El mensaje es
claro, si vos querés lograr algo, se original, hacelo a tu propio modo",
concluye Sheitan.
El Tattoo
Show es una de las convenciones internacionales de mayor
convocatoria a nivel mundial de la actividad; en 2017 recibió a grandes
artistas de más de 15 países, 40 mil visitantes, más de 1.200 expositores y 700
tatuadores.
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