No hizo falta el debate. En
trámite exprés, de manera unánime con 58 votos a favor y ninguno en contra, en
lo que para muchos marca un avance histórico, el Senado nacional convirtió
anoche en ley el proyecto que habilita el uso del cannabis medicinal, pone en
marcha en el país la investigación médica y científica en la materia, y
garantiza el acceso gratuito al aceite que se extrae de la planta, que en un principio
se importará desde los Estados Unidos.
En el Salón de las Provincias del
Senado, donde seguían la sesión, estallaron los aplausos y los abrazos entre
los familiares de los pacientes que sufren dramáticas enfermedades y son
usuarios del aceite de cannabis. Y que fueron impulsores decisivos de esta
norma, junto con sectores de la comunidad médica y científica que defienden su
uso terapéutico.
La ley establece un marco
regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal,
terapéutico y paliativo del dolor de la planta del cannabis y sus derivados.
Para eso, se crea un Programa Nacional en la órbita del ministerio de Salud.
El autocultivo de cannabis para
producir el propio aceite y que reclaman asociaciones como Mama Cultiva quedó
excluido de la legislación y por lo tanto seguirá siendo ilegal. La cuestión
del autocultivo fue central en el debate de los últimos meses. La oposición lo
seguirá reclamando, pero acompañó igual el proyecto del oficialismo de
Cambiemos, más “restrictivo”, igualmente considerado un avance formidable.
Valeria Salech, presidenta de
Mama Cultiva, explicó a Clarín que el aceite importado en muchos casos no les
ha dado el mismo resultado que el que ellas mismas producen, por lo que
anticipó que seguirán cultivando las plantas de cannabis. Muchos legisladores
han advertido la necesidad de darles un amparo legal que hoy, pese a la ley, no
cuentan.
En el Senado no hubo debate y
todo se resolvió en menos de tres minutos. Se sometía a votación el proyecto
aprobado en Diputados por 221 votos en el 23 de noviembre pasado. Tras un
extenso debate previo por la ley de Emprendedores, la propuesta de pasar a
votar directamente el proyecto de cannabis medicinal fue del senador Juan Abal
Medina, quien razonó que las madres y familiares llevaban seis horas esperando
una sanción que era cantada. Y así se hizo. Según la ley, las personas que se
incorporen al programa del Ministerio de Salud tendrán garantizado "el
acceso gratuito al aceite y demás derivados". Además, se podrá autorizar
el cultivo de cannabis por parte del Conicet y del INTA, con fines de investigación
médica y científica, y para elaborar la sustancia para el tratamiento. La ley
establece que se fomentará la producción en el país, a través de los
laboratorios públicos nucleados en ANLAP (Agencia Nacional de Laboratorios
Públicos). Hasta tanto se ponga en marcha la producción nacional, la ANMAT
permitirá la importación del aceite, que se fabrica en los Estados Unidos.
La ley es producto de una larga
lucha de las familias de personas afectadas por epilepsia refractaria o
autismo, entre otras dolencia, como Mama Cultiva y CAMEDA, que en muchos casos
llegaron con sus chicos enfermos al Congreso y participaron activamente de los
debates en comisiones desde hace meses.
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