martes, 8 de mayo de 2012

Escuelas que enseñan tenis a personas con discapacidad


Descripción de la imagen:Dos adolescentes con Síndrome de Down posando  para la foto vestido con ropa deportiva y raquetas en una cancha de tenis
En Rosario y alrededores ya hay cuatro instituciones que se sumaron a la propuesta.
Juegan más de 70 chicos que en la cancha mejoran física y psicológicamente.
Personas con discapacidad mental pueden jugar al tenis. Así lo demostraron Sergio Rullo, Marcelo Rocha y Marcela Ludueña. Fundaron la escuela de tenis adaptado que funciona en cuatro instituciones de Rosario y alrededores, con más de 70 alumnos.

Desde la psicología y la educación física, los profesionales encararon un proyecto desafiante: que chicos con esquizofrenia, autismo, psicosis, retraso mental o síndrome de Down jueguen al tenis, y lo lograron. Ahora van por más. Este año quieren comenzar con básquet, atletismo y fútbol.

“En lo terapéutico es fabuloso— confiesa Marcelo—. El deporte hace maravillas en un espacio social”, y ya comprobaron cómo los chicos mejoraron tanto en lo motriz como en lo psicológico, porque comprueban que pueden, que son útiles.

“En la cancha su cuerpo pierde la fase discapacitante, y te olvidás de que tienen algún problema”, aseguran. Estas escuelas buscan la inclusión social de los chicos y por eso realizan las actividades en clubes “como los que van todos”, explican los profesores. Agregan que “es bueno que la gente de un club vea que los discapacitados pueden jugar y hacer deportes”, agregan.
Entre las escuelas ya cuentan con un joven que es campeón nacional en tenis adaptado y otros que juegan con personas sin discapacidad.

Historia de amigos.
A Sergio y Marcelo siempre les gustó el tenis y desde el profesorado y la psicología decidieron crear el proyecto de tenis adaptado. “Lo hicimos con la Asociación de Padres por la Igualdad Rosario
(Applir)”, recuerda Marcelo.

Hoy esta escuela funciona en Newell’s Old Boys, en el club Casilda con la ONG El Puente; en Tierra de Sueños 2 (donde vive Eduardo Schwank quien cede las canchas), en conjunto con el centro de día Santa Cecilia. Y la cuarta funciona en el club Tiro Suizo, de zona sur.
A los dos emprendedores se sumó Marcela Ludueña, y armaron una organización. Ahora las escuelas de tenis funcionan bajo el ala de la fundación Escuelas de Tenis Adaptado Rosario. Fuerte deseo. “Hay una única estrategia para lograr que los chicos con discapacidad jueguen al tenis: contagiar el propio deseo”, declara Marcelo. Explica que “no hacen falta tantas técnicas, sino poner el deseo y desde ese lugar los chicos se enganchan, se sienten a gusto, y sobre todo útiles”, concluye.

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