miércoles, 29 de febrero de 2012

Pelicula: El pozo

Descripcion de la imagen:cartelera de la pelicula con las imagenes de los actores
La reciente película argentina “El Pozo”, creada y dirigida por Rodolfo Carnevale, asume el gran desafío de ahondar en el autismo ya no desde una mirada documental o médica, sino desde el núcleo mismo de sus problemáticas y particularidades, asumiendo los claroscuros de esta condición y animándose a penetrar en la interioridad de una joven con autismo, en su universo personal y sus vínculos familiares. Con el respaldo de las principales asociaciones vinculadas a la condición y convirtiéndose en un fenómeno que trasciende por completo al mero evento cinematográfico, los espectadores podrán encontrarse con una historia de vida que emociona, sorprende y concientiza sin apelar al golpe bajo y superando todos los clichés y malos entendidos que la ficción ha generado sobre el autismo.
Título Original: El pozo
Año:2012
Duración:
País:Argentina
Director: Rodolfo Carnevale
Guión: Nicolás Manservigi ,  Rodolfo Carnevale
Música: Pablo Borghi
Fotografía: Abel Goldfarb
Reparto:
Eduardo Blanco,  Ana Fontan,  Patricia Palmer,  Norma Pons,  Dora Baret , Adriana Aizemberg,  Juan Palomino,  Ezequiel Rodriguez,  Tupac Larriera,  Natalia Denegri,  Maite Zumelzu
Productora:
Géneros / Topics: drama, discapacidad, autismo
SINOPSIS: Pilar no se comunica con los otros, vive en su propio mundo de fantasías, hasta que la familia toma una decisión que cambiará el rumbo de sus vidas.
Pilar es autista desde los cuatro años, ahora tiene 26. El padre quiere que la internen pero la madre se niega, esto crea un distanciamiento en la pareja. La familia se está resquebrajando: Alejo, el hijo menor, tiene conflictos en la escuela, y con los amigos; Pilar sufre ataques cada vez más frecuentes que tornan imposible la convivencia. Finalmente, la internan. Encontrará otra manera de vivir, pero algo sucederá que cambiará el rumbo de la familia.

Muchas son las particularidades que reúne la película “El Pozo” respecto a cómo el cine nacional se ha acercado a la discapacidad, por sólo citar algunas, encontramos que la historia narrada está basada en hechos reales y que el propio director y co-guionista, Rodolfo Carnevale, tiene un hermano autista. Quizá sea este último uno de los factores decisivos para que nos encontremos con una historia donde la discapacidad no es tratada como un tema accesorio, edulcorado o secundario dentro del desarrollo de la trama, sino como un eje troncal y con un objetivo muy claro: indagar en la problemática del autismo desde múltiples enfoques y su repercusión en las relaciones familiares, para brindar una mirada acerca del “autismo tal como es” para poder generar una mayor conciencia social.
Es precisamente por este nivel de entrega y compromiso inédito en nuestro cine, que el proyecto fue contando desde sus comienzos con el apoyo de destacadas organizaciones como AUPA (Asociación y Unión de Padres de Niños con TGD), APADEA (Asociación Padres de Autistas), TGD Padres y Fundación OSDE y declarado de “Interés legislativo” por la ciudad autónoma de Buenos Aires, y de Interés cultural y educativo por Secretaría Cultura de la Nación.
Esta iniciativa, co-producida entre el INCAA, San Luis Cine y Aporía Producciones S.A. es el primer film argentino en abordar la temática del autismo y su efecto sobre el entorno. Protagonizada por Eduardo Blanco, Patricia Palmer, Ana Fontán y Túpac Larriera, cuenta además con la participación especial de actores de primer nivel como Adriana Aizenberg, Dora Baret, Norma Pons, Juan Palomino, Maite Zumelzú, Gustavo Garzón y Natalia Denegri.
Más allá del reconocimiento nacional, en su reciente paso por el “New York Independent Film and Video Festival” de los Estados Unidos “El Pozo” ha sido distinguida en múltiples categorías como mejor película internacional en lengua extranjera, mejor director de largometraje, mejor actriz internacional (Ana Fontán), mejor actor internacional (Ezequiel Rodríguez), mejor música original (Pablo Borghi), y con el audience awards (premio del público).
Con el respaldo de excelentes profesionales y una exhaustiva investigación, este film ha logrado impactar por el grado de compromiso y respeto con que los actores y el director han retratado la figura del autismo. En esta historia nos encontraremos con el personaje de Pilar (interpretado por Ana Fontán) cuya condición comienza a poner en jaque a la estructura familiar y donde intervienen situaciones complejas como la internación, las de-savenencias entre los diferentes criterios familiares, la lucha por comprender, el desafío entre el amor y la tolerancia, la posibilidad de una relación afectiva entre personas con discapacidad mental y la esperanza de una estabilidad duradera.
Además de desnudar las situaciones exteriores, el film se anima además a brindar perspectivas subjetivas del mundo de Pilar y ofrecer imaginativas postales de su mundo personal, ese pozo donde no todo parece ser aislamiento y dolor.
Acoplándose a una bienvenida tendencia de un arte que se suma a la vida, que toma sus problemáticas más humanas e intenta abrirse a la reflexión y la inclusión de temas postergados, la obra de Carnevale apunta a abrir un antes y un después en el tratamiento de la discapacidad en el cine argentino.
En un diálogo exclusivo con El Cisne, el propio Carnevale y la actriz Ana Fontán compartieron sus objetivos, sus motivaciones personales y cómo fue que esta película logró transformarlos como personas más allá del hecho artístico.
Cuando el arte trasciende los lenguajes
Uno de los desafíos más grandes a la hora de llevar a la ficción a un personaje con autismo es correrse de los registros equivocados con que el cine y la televisión han retratado esta condición, creando confusión e informando erróneamente. Muchas veces se ha caracterizado a los autistas como seres sobrenaturales, misteriosos o cómicos, matando toda posibilidad de contar con una visión humana y sincera sobre el autismo.
Para superar esta mirada simplificadora, Carnevale y Fontán emprendieron juntos la aventura de investigar profundamente al autismo de la mano de profesionales, familias y visitando reiteradamente distintas instituciones especializadas.

- ¿Cómo recibiste la noticia de que habías sido seleccionada para componer un personaje con discapacidad?- Ana Fontán: Con orgullo, como un gran honor, y al mismo tiempo dudé, pensé que no iba a poder hacerlo, no me tenía confianza. Pero desde el casting Rodolfo me fue guiando, llevando y empezó a aparecer algo que para él, desde su lugar de mayor sabiduría sobre el tema, era certero o tenía que ver con una posible construcción de un rol de una chica con autismo. Después fue comenzar a investigar, porque me traspasó todo: la causa, las familias, ver lo que padecen las personas con autismo, ver cómo disfrutan, enfrentarme a cuestiones desconocidas y que son tan difíciles de transitar, con tantas respuestas que no existen y vivir con esos interrogantes. Simboliza una gran responsabilidad, un gran desafío y una gran causa, y yo me sumo a esta causa.
- ¿Sentís que el hecho artístico queda trascendido por la temática?- Ana Fontán: Si, obvio. Encontrarme con el autismo, ver a tantas personas con sus particularidades, manierismos y los distintos grados, y poder descifrar qué es lo que pasaba detrás de tal o cual gesto, fue un trabajo de muchísima observación y de escuchar muchísimo a todas las personas que saben sobre el tema.
- ¿Cómo fue el proceso de acercarse y trabajar con las asociaciones de familiares? - Ana Fontán: Me recibieron muy bien, sobre todo en AUPA, un lugar que cuando entro me siento como en casa. Me abrieron las puertas con el corazón, y compartieron sus experiencias personales con mucho respeto. En un comienzo fue duro, pasar todo el día con treinta chicos autistas, porque al no conocer sobre la condición te preguntás “¿dónde están?, ¿por qué no me responden?, ¿por qué no se conectan?, ¿por qué no me mira?, ¿por qué no me registra?”. Después comenzás a preguntarte cómo podés hacer para ayudarlos, para llegar a ellos, de qué manera me comunico, y empezás a encontrar un posible vínculo.
- ¿Qué recursos utilizaron para lograr superar los clichés y crear un personaje convincente, real?- Ana Fontán: A la hora de delinear las características de Pilar tomamos distintas bases y experiencias para bosquejar las escenas y lo que queríamos contar. Por ejemplo, para armar las escenas de los brotes pensábamos profundamente desde qué lugares se generarían, qué es lo que le pasa para brotarse de esa manera. Y desde las características observamos muchísimo a la realidad, observar a distintas personas y desde la mirada del director elegir qué manierismo o actitud resultaba interesante para reflejar determinada situación. Cada persona con autismo es un universo diferente, cada una tiene su personalidad y su manera de manifestar quién es. Eso fue una parte muy interesante, observarlos y descubrirlos y elegir qué características le íbamos a dar a Pilar.
- Rodolfo Carnevale: El trabajo fue en conjunto, pensado, hablado y discutido en detalle. Además, al igual que cada autista es un mundo, que se manifiesta de diferentes maneras en cada persona, en la construcción del personaje sucedía lo mismo. Yo tenía una idea sobre el autismo a partir de mi experiencia, pero Ana Fontán tuvo la libertad de realizar sus propios aportes desde la experiencia que fue obteniendo. Ana se tomó este trabajo con mucha responsabilidad y dedicación y lo disfrutó tanto que para mí es maravillosa tanta entrega, investigando durante meses, yendo de una punta de Buenos Aires a la otra, visitando en un mismo día una institución en Vicente López y otra en La Plata, durmiendo poco, llamándome para programar más ensayos… fue un trabajo muy dedicado, con mucha responsabilidad y también mucha incertidumbre, por la complejidad del personaje y por ser su primera película.
Como ya hemos referido en otros artículos, la discapacidad no suele ser un tema frecuente en los medios de nuestro país y generalmente el tratamiento que recibe tampoco suele estar acompañado de un tono ético adecuado o desde un compromiso serio con la problemática social. Sin embargo, en esta experiencia nos encontramos con el polo opuesto, no sólo por la responsabilidad puntillosa respecto al tema, sino por la consulta constante a las asociaciones de familiares y profesionales que pueden dar representación, a través de sus vivencias, a cientos de miles de personas aisladas en un síndrome tan complejo como es el autismo. En este sentido, la entrega de los actores para investigar la condición y entregar su tiempo en extensas entrevistas y respetuosas jornadas de observación fue una experiencia trascendental que se ve reflejada tanto en sus interpretaciones como en sus vivencias personales.
- La actuación, como experiencia artística y humana permite ponerse literalmente en la piel de un otro. Al ponerte en el lugar de una chica con autismo, ¿con qué luces y con qué sombras tuviste que dialogar?- Ana Fontán: El balance fue absolutamente positivo. Son muchas más las luces que las sombras que tuve que enfrentar. Sí, no fue fácil, pero sé que pude desarrollar el rol porque me sumé a la causa, porque hubo algo más allá de mi papel como actriz que me traspasó como ser humano. Esa gran responsabilidad y esa gran convicción que surgió en mí cuando me conecté con este querer representar una causa, que es diferente a representar un rol. Va más allá de quererlo, esto me pasó, me enfrenté a todo esto y me tomó, hasta el día de hoy yo no paro de hablar de esto, creo que va a ser siempre parte de mí. Entonces lo que me dio la fuerza para sostener los momentos de oscuridad fue tener la causa dentro mío, ver la lucha de los padres, de los terapeutas. Siempre que uno se enfrenta a una discapacidad, que para mí son capacidades diferentes, hay algo que sobrevuela como una constante y es el amor incondicional.
- ¿Cómo trabajaste los momentos emocionalmente difíciles?- Ana Fontán: Tuve una gran fortaleza porque me puse esta camiseta, entonces resulté muy fortalecida. Si yo no hubiera tenido esta camiseta puesta en verdad no hubiera podido hacerlo. Si sólo lo hubiera tomado como un rol más de actriz habría sido muy crudo, doloroso, verlo y transitarlo, rodando durante dos meses desde muy temprano hasta muy tarde conectando con momentos bastante densos, como la interpretación de brotes o convulsiones. Además cada día acompañaba la jornada de filmación con meditación, por las mañanas y por las noches.
- ¿Qué tiene para decirle Pilar al mundo?- Rodolfo Carnevale: Pilar viene a contar que es una chica que realmente puede sentir, puede querer, puede amar, puede aprender a relacionarse con su familia y con el entorno social. Y a partir de un determinado momento ella también atraviesa un gran cambio donde a partir de sus actitudes logra modificar el pensamiento de los demás hacia ella. Pilar logra captar en un nivel que va más allá de lo conciente, la pena de su familia y a partir de ahí empieza a ayudar para que sus padres puedan ver su condición desde una nueva perspectiva, a comprenderla.
Como parte de una clara intención del director de incluir todas las facetas y particularidades que se tejen en torno al peso de la discapacidad dentro de las familias y de la sociedad, Carnevale optó por incorporar en la trama a “Román”, un joven con parálisis cerebral y retraso mental que se enamora de Pilar, aceptándola sin reservas. Román proviene de un contexto completamente diferente a la joven, aunque lamentablemente muy común en nuestra sociedad. Por otra parte, su entrada en la historia abrirá un tema espinoso tanto para las familias como los profesionales: ¿es posible una relación amorosa entre personas con capacidades diferentes y barreras de comunicación tan profundas?
- En el film Pilar va a tener un encuentro especial con el personaje “Román”, un joven con parálisis cerebral. ¿Cuál es su rol en la historia?- Rodolfo Carnevale: Román es un personaje muy complejo, el actor Ezequiel Rodríguez trabajó muchísimo, realizó una gran investigación, con mucho compromiso. Gracias a este personaje podemos descubrir cómo se da el tema de las capacidades diferentes en otro tipo de familia. La familia de Román está compuesta solamente por la madre, una mujer que lleva los pantalones de la casa, ya que su marido la abandonó y no les pasa mensualidad. Pero esta mujer también llega a un punto límite en donde no da abasto y necesita internar a su hijo. Román es como un niño y al entrar al hogar y encontrarse con Pilar se enamora de ella. El personaje de Román trata de demostrar, de contar que el amor está presente en los chicos con capacidades diferentes, que sienten, que sufren por amor.
- El hecho de incluir un personaje con este contexto familiar no parece un azar.- Rodolfo Carnevale: No, para nada. Lo que intenté contar en la película es una situación real. Prácticamente entre un 60 y un 70% de las familias que tienen un hijo con estas características terminan separadas o con problemas de adicciones.
- Ana Fontán: Me acordaba de una pareja que conocí en una de las instituciones que visité. Al igual que en los personajes, él tenía parálisis cerebral y ella autismo, iban de la mano todo el tiempo, escuchaban música, paseaban, compartían todo el tiempo juntos. Existen los vínculos amorosos en las personas con capacidades diferentes, el amor no deja de existir con la discapacidad, son vínculos muy entrañables.
- Rodolfo Carnevale: También los vínculos familiares, como se muestra en la película a través de la relación de Pilar con su hermano.
- Ana Fontán: Esta película ahonda profundo en las problemáticas de las familias, en la trama vincular. El hermano de Pilar enfrenta un montón de problemas como la discriminación, la vergüenza, la convivencia con una hermana que altera todo su universo, tiene que convivir con un doble discurso interno de “es mi hermana y la amo / no la aguanto más”. El hermano debe hacer frente a este doble sentimiento de amor y de, por momentos, ver superada su tolerancia, como también enfrentarse a las circunstancias de incomprensión social.
- ¿Y cómo vivió tu propia familia el hecho de contar una historia que puede tener varios puntos de encuentro con la suya?- Rodolfo Carnevale: Haber terminado esta película es para mí algo maravilloso, es un sueño por el que trabajé durante varios años: poder contar mediante mi trabajo nuestra historia, algo que marca mi vida. Claro que realizar esta película no fue fácil, sobre todo porque muchas de las situaciones que se reflejan en la película, de alguna manera me han sucedido a mí. La película la han visto mis padres y también les ha sucedido lo mismo, sentirse reflejados, como también ayudó a otros familiares a comprender mejor lo que nos sucedía. Realmente desde este aspecto todo es muy movilizante. De todas maneras esto es ficción y la realidad la supera. La película es compleja porque trata de mostrar el autismo tal como es y cómo afecta al entorno. No es una película que tome al autismo como tema secundario. De todas formas nuestro objetivo es mostrar todo, y en este “pozo” también ocurren cosas positivas, a través de un viaje imaginativo que nos introduce en los misterios del autismo, tratamos de contarlas también.
- Fontán: Hay tan pocas certezas sobre el autismo, que esta película intenta ayudar a pensar, acompañando para que quienes comparten esta realidad no se sientan tan solos en el viaje. Siempre que alguien está pasando por una situación dura, de cualquier tipo, el saber que otros también comparten algo similar hace que el viaje se aliviane. Nosotros no damos una clase de autismo con la película, contamos una historia de vida ficcionada más allá del punto de vista documental o médico y esperamos que pueda contribuir para concientizar sobre el tema. Con concientizar me refiero a que el tema “salga del closet”. Esto es lo que nos han pedido los padres, y algunas veces llorando, cuando visitamos las instituciones: concientización.
- ¿Qué papel jugaron las asociaciones y redes sociales en la realización de la película?- Rodolfo Carnevale: fue algo muy importante porque a partir de ello muchísimas personas fueron siguiendo el proceso de la película. Cuando las asociaciones y las familias vieron que se trataba de un proyecto serio se fueron uniendo, acompañándonos en la película y sumándose a los eventos que hicimos, como charlas en universidades. Esto lo valoro muchísimo y cuentan con todo mi apoyo, porque yo también soy un familiar y comparto su lucha y necesito que tengamos mejores leyes.
Desde los comienzos de rodaje y las etapas de pre-producción, Carnevale y las distintas asociaciones han mantenido un nutrido intercambio y mutuo acompañamiento en sus respectivas iniciativas. Al calor de este encuentro se fueron cruzando historias de vida, pedidos del corazón, anhelos, angustias, esperanzas. Es por ello que el éxito de esta empresa es también el éxito de una lucha que miles de padres, familiares y amigos de personas con autismo vienen batallando silenciosamente desde hace muchos años: darle visibilidad a esta condición para que se pueda contar con mejores campañas, mayor investigación, respeto por los derechos esenciales de los portadores y una ley que les permita soñar sin barreras con un futuro de acciones concretas en materia de prevención, asistencia, atención, promoción y protección, con el objeto de brindarles una cobertura integral a sus necesidades y requerimientos de salud, educación e inserción laboral, como también su derecho a desempeñar un rol social digno, que les permita integrarse activamente a la comunidad.
“El Pozo” se estrenará formalmente en abril próximo, en coincidencia con el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo”.
Luis Eduardo Martínez
martinez_luiseduardo@yahoo.com.ar

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