miércoles, 6 de enero de 2010

Fibromialgia y salud sexual

La fibromialgia es una enfermedad crónica caracterizada por producir dolor en músculos y articulaciones. Tanto la intensidad del dolor como los lugares en los que este se localiza preferentemente varían día a día y sobre todo entre personas.
Normalmente el dolor más severo se sitúa en las zonas del cuerpo que más se utilizan como son el cuello, hombros, cadera y pies. La intensidad del dolor es tal en algunas personas que interfiere de forma clara en sus vidas de forma que le impide realizar con normalidad tareas que hasta ese momento eran cotidianas en sus vidas. Otras personas sin embargo describen únicamente un liguero dolor que le genera un leve malestar.
En la actualidad se calcula que el 5% de la población puede estar afectada por esta enfermedad y la mayoría de los casos de dan en mujeres. Se desconoce por el momento las causas que provocan el desarrollo de la fibromialgia y no existe un tratamiento definitivo, sin embargo el uso de fármacos, ejercicios físicos suaves y apoyo psicológico ayuda a aminorar su sintomatología.
A pesar de que el dolor es la característica más significativa del paciente de fibromialgia, existen también otros síntomas relevantes a tener en cuenta:
- Trastornos del sueño
- Fatiga
- Rigidez y sensación de hinchazón de las articulaciones
- Hipersensibilidad al frio y/o calor
- Alteraciones intestinales
- Sequedad de la boca
- Acidez de estómago.
El diagnóstico de la enfermedad ha sido y es una verdadera batalla para los afectados ya que los análisis de laboratorio y las pruebas radiológicas no se muestran alteradas en la fibromialgia, por lo que hoy por hoy la única manera de diagnosticar la enfermedad es la exploración clínica del médico de acuerdo con los síntomas que describe el afectado. Esta dificultad diagnóstica ha provocado que a pesar de que desde hace más de 10 años la Organización Mundial de la Salud haya reconocido la enfermedad, tengan reservas en cuanto a la enfermedad.
El dolor, la fatiga, los problemas en el sueño y demás sintomatología física sumada a las dificultades diagnósticas y la frecuente incomprensión inicial de los familiares, hace que el paciente experimente a menudo sintomatología depresiva y ansiedad.
¿Y qué hay de la vida afectivo-sexual?
Ya hemos descrito algunos de los síntomas más notables en los pacientes de fibromialgia, por lo que no es difícil entender la interferencia que estos pueden llegar a sufrir en sus vidas. Un aspecto más de este deterioro en la calidad de vida puede producirse por las dificultades para disfrutar de las relaciones sexuales, tanto en los casos en los que se cuenta con pareja estable como en el sexo ocasional.
En cuanto a los factores físicos, el dolor y la fatiga son los síntomas que interfieren de forma más notable en la vida sexual del afectado por fibromialgia, a menudo los pacientes describen ese cansancio que hace que sea muy difícil emprender una relación o el dolor físico ante el contacto de la pareja que puede convertir un acto placentero en todo lo contrario.
En el aspecto emocional, la ansiedad, depresión e incluso los problemas de pareja que emergen a raíz de la enfermedad son más que suficientes para dificultar el disfrute de la vida sexual.
A nivel cognitivo, pueden aparecer dificultades a la hora de concentrarse en las sensaciones placenteras y/o pensamientos negativos del tipo “No voy a poder sentir nada”, “Esto va a salir mal”, “Mi pareja se enfadará”.
Los factores físicos, emocionales y cognitivos descritos derivan en muchos casos en diferentes problemas sexuales:
- Dificultades para alcanzar el orgasmo.
- Vaginismo
- Dispareunia o dolor en el coito.
- Bajo o nulo deseo sexual.
- Fobia al sexo
Cada persona es diferente y cada fibromialgia también por lo que la manera de resolver las dificultades sexuales pueden ser muy diferentes, sin embargo lo común es la importancia que tiene la sexualidad dentro de la vida de las personas y el potencial positivo y negativo que puede tener en la calidad de vida. Tener fibromialgia no tiene porque significar una renuncia a la sexualidad, comprendiendo las posibles interferencias y aprendiendo la mejor manera de resolverlas cualquier persona puede disfrutar de una vida sexual plenamente satisfactoria. El primer paso para lograrlo es entender el sexo como un lenguaje afectivo con la pareja y no como un lujo para cuando uno se siente en plenas facultades físicas. La sexualidad es una necesidad básica de la persona y una parte fundamental en la pareja.
Acudir a talleres de sexualidad, buscar información profesional y el acudir a un especialista en sexología son algunos apoyos importantes en los momentos en los que sentimos que la enfermedad está ganando la partida.

3 comentarios:

  1. Excelente todo el material que presentas!
    Saludos
    Gerardo
    Fobias

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  2. Encantado de poder leer tantas y tantas cosas que expones en el Blog.
    Soy de España y es un placer conocerte

    Mil besos

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  3. Hola, me llamo Rosario y los síntomas que mencionas los tengo. El día de hoy el reumatólogo me explicó que es muy posible que tenga FIBROMIALGIA por ello estoy investigando sobre el tema. Espero que escribas más sobre esta enfermedad.¡Éxitos!

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